Video: Danilo Medina en Pacto por la Reforma Educativa

Distinguidos representantes de las instituciones ligadas al sector educativo dominicano;

Invitados Especiales;

Señoras y señores

En primer lugar, muchas gracias a todos por acompañarnos en este acto.

Creo que todos estamos de acuerdo en que hoy comienza un proceso histórico y trascendente para nuestro país.

Personalmente, me siento profundamente honrado de formar parte del mismo.

La puesta en marcha de este pacto educativo, contemplado en la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 y anhelado por el pueblo dominicano, nos pone ante una oportunidad sin precedentes en nuestro pasado reciente.

Desde hoy y durante los próximos tres meses, tendremos en nuestras manos la posibilidad de cambiar profundamente y para siempre la realidad de nuestro país.

Tendremos la llave para abrir, de par en par, las puertas de un futuro mejor a miles de niños, niñas y jóvenes dominicanos.

Esta es, efectivamente, una gran responsabilidad que debemos aceptar con humildad y con nuestra mejor voluntad.

Y confío plenamente en que así lo haremos.

Señoras y señores,

En la República Dominicana ha llegado la hora de la educación.

Nuestra sociedad ha alcanzado un amplio y sólido consenso sobre la necesidad de mejorar la calidad de nuestra enseñanza, y el gobierno está decidido a responder a esa justa reivindicación, con eficacia y prontitud, haciendo de la educación nuestra prioridad fundamental.

No hay fuerza más poderosa que la voluntad de un pueblo trabajando de la mano con sus gobernantes, y ahora esa fuerza está en nuestras manos.

Tenemos ante nosotros la posibilidad de avanzar juntos como nunca antes.

El mejor ejemplo de lo que podemos lograr fue la asignación del 4% del PIB para la educación.

Ese ha sido nuestro punto de partida.

Un triunfo de todos, que dará sus mejores frutos si seguimos alcanzando acuerdos para garantizar que esa inversión se transforme en calidad.

Existen, por tanto muchos y buenos motivos para el optimismo.

Hoy, declaramos nuestras intenciones y deseo de ser mejores.

Hoy anunciamos un pacto de libertad.

Estoy convencido de que esta alianza de todos los sectores será otro buen ejemplo de que la República Dominicana es capaz de hacer cosas como nunca se han hecho.

Sin embargo, no podemos caer en el triunfalismo.

El problema que enfrentamos es complejo y tiene muchas aristas que deberemos limar hasta llegar a una propuesta integral, realista y efectiva, para garantizar una enseñanza a la altura de los estándares internacionales.

Señoras y señores,

A pesar de la legislación existente, de los avances logrados en la cobertura educativa y de las numerosas iniciativas públicas y privadas que se han puesto en marcha, es necesario reconocer que, como sociedad, aún nos queda un largo camino por recorrer para alcanzar el cumplimiento de nuestras metas.

Sabemos ya que ni el gobierno por sí solo, ni ningún otro sector logrará el cambio que queremos, sin el apoyo de todos los demás.

Es urgente, por tanto, que sumemos esfuerzos y voluntades.

Gobierno y sector privado.

Familias y centros educativos.

Profesores y alumnos.

Todos y cada uno de los dominicanos y dominicanas podemos y queremos aportar a este gran proyecto de nación.

Por eso este pacto es necesario y urgente.

Porque precisamos del compromiso serio y permanente de todos, para dar ese gran salto cualitativo.

Amigos y amigas,

Nuestro proceso de transformación de la educación alcanza ahora otra etapa crucial.

Iniciamos una gran consulta nacional para llegar a la firma del gran Pacto Nacional para la Reforma Educativa.

Esta consulta llama a todas las fuerzas políticas, económicas y sociales a unir esfuerzos y voluntades para alcanzar compromisos en el largo plazo, tal como se establece en la Estrategia Nacional de Desarrollo.

Nadie debe quedar fuera de este gran diálogo.

Nos alimentaremos también en este proceso de otras iniciativas que se están desarrollando, como la Iniciativa Dominicana por una Educación de calidad (IDEC), una experiencia de intercambio plural.

Y lo hacemos conscientes de que la transformación de nuestra educación es una tarea con múltiples dimensiones, que solo será posible resolver con el compromiso de todos.

Iniciamos, por tanto, un diálogo sincero, inclusivo y participativo, donde cada uno de nosotros puede y debe sumar su entusiasmo, por los millones de niños, niñas y jóvenes que solo en la educación tienen esperanzas de un futuro mejor.

Amigos y amigas,

Alcanzar la firma de este pacto precisa del compromiso y la responsabilidad de todos y todas.

No podemos fallar. No podemos traicionar la esperanza de las futuras generaciones.

Tenemos el reto histórico de dejar atrás los intereses individuales o sectoriales y comprometernos, ante el país y el mundo, a dar lo mejor de nosotros mismos.

Solo así lograremos que la transformación del sistema educativo sea, de una vez y para siempre, una realidad.

Amigos y amigas,

Decía el profesor Juan Bosch que “el destino de cada persona está en la educación que se le haya dado”.

Tenemos, por tanto, en nuestras manos el destino de miles de niños y niñas.

Por eso, con la mano en el corazón, les digo:

Este acuerdo debe ser el espacio de la solidaridad, del intercambio y de la entrega, para lograr un bien común que está por encima de todos nosotros.

Porque solo desde el amor, la entrega y la comprensión llegaremos a despojarnos de los viejos hábitos que han frenado nuestros avances en el pasado.

Si logramos elevar la mirada y nos enfocamos en los verdaderos protagonistas de este pacto: nuestros hijos e hijas, podemos estar seguros de que este será el mayor legado que conseguiremos dejarles.

Es, sin duda, el momento de preguntarse

¿Qué puedo hacer yo por la educación dominicana?

Ese es el reto que tenemos frente a nosotros.

El documento que presentamos a ustedes, es un punto de partida para el diálogo y busca responder a esa pregunta desde el punto de vista de las instituciones gubernamentales.

Además de las numerosas acciones que ya hemos puesto en marcha desde el poder ejecutivo, hemos querido plasmar aquí lo que, desde el gobierno, podemos y queremos hacer en el futuro, para que la República Dominicana tenga la educación que desea y merece.

Consideramos que es una propuesta integral, sopesada y realista, en la que sugerimos también caminos de acción conjuntos, para los que esperamos contar con el apoyo del pueblo dominicano.

Hemos consignado aquí aspectos claves para los tres niveles educativos: el pre-universitario, el técnico profesional y el superior.

Deseamos presentar en este diálogo aspectos fundamentales, como el acceso universal a los tres niveles educativos; el respeto a los horarios y calendario lectivo; la urgente necesidad de dignificar la labor docente y la formación de nuestros formadores, así como la mejora y renovación de los programas académicos en todos los niveles del sistema.

Trataremos también la importancia de evaluar todos los procesos y sus resultados, la modernización requerida por las instituciones educativas, la necesidad de alcanzar estándares reconocidos internacionalmente y la urgencia de vincular academia y sector privado, para orientar la formación al desarrollo y el empleo.

Es fundamental que exijamos de este pacto resultados concretos y cuantificables, porque solo así podremos seguir mejorando progresivamente.

Además, es importante señalar que muchos de los aspectos que se contemplan en este documento ya están establecidos por la ley, sin embargo, por diferentes razones, no se ha alcanzado su cumplimiento.

Por tanto, uno de los objetivos de este pacto debe ser crear los mecanismos que garanticen su efectiva aplicación.

Es el momento de seguir avanzando en el cumplimiento de la ley, en la búsqueda de la calidad y en la modernización de nuestras instituciones, para alcanzar las metas que nos hemos trazado.

Son retos difíciles, que necesitarán de nuestra mejor disposición hacia la búsqueda de soluciones, de nuestra creatividad y de nuestra solidaridad.

Invitamos, humildemente, a todos los sectores a apropiarse de estas ideas, a enriquecerlas y contribuir con otras nuevas, para que, al término de estas conversaciones, tengamos el mejor pacto posible en nuestras manos.

Amigos y amigas,

El gobierno se ha comprometido con una apuesta firme por la educación, y son muchas las grandes transformaciones que están avanzando y revolucionando la vida de miles de dominicanos y dominicanas.

Iniciativas como el Plan Nacional de Alfabetización, la implementación de la Jornada Extendida o la puesta en marcha del Plan Integral de Atención a la infancia, el más ambicioso plan que haya visto nuestro país, cuentan ya con el respaldo y la colaboración entusiasta de nuestro pueblo.

Sin embargo, este pacto no le pertenece al gobierno, sino al pueblo dominicano.

De la misma forma, su fracaso o su éxito serán responsabilidad de todos, y las futuras generaciones serán las encargadas de juzgar si estuvimos a la altura de las circunstancias.

Confiamos en que el éxito de este Pacto marque el comienzo de una nueva etapa de consenso nacional, que nos permita refundar las bases de nuestro Estado de Derecho en torno a la búsqueda conjunta de soluciones a los grandes retos del país.

Debemos aprovechar esta oportunidad con tanta ilusión como responsabilidad.

Hagamos que éste sea un momento en el que la solidaridad y la esperanza se impongan.

Convirtamos este pacto educativo en un modelo de entendimiento y trabajo conjunto entre toda la sociedad y sus instituciones, que prefigure la República Dominicana que queremos. 

Del triunfo de este proceso que ahora iniciamos dependerá que logremos una nueva generación de ciudadanos y ciudadanas con una formación integral, mejor preparados, capaces de desarrollarse y triunfar en el ámbito personal y profesional.

En definitiva, una nueva generación de dominicanos y dominicanas verdaderamente libres.

No permitamos que esta oportunidad se nos escape de las manos.

Aprovechemos este encuentro histórico de cientos de voluntades a favor de las futuras generaciones.

Que este pacto por la educación pueda ser aprovechado en cada escuela, en cada hogar, y en cada empresa de la República Dominicana.

Que Dios ilumine a los participantes de este diálogo.

Muchas gracias!!

Manos a la obra!!