En Palenque y sus alrededores se siembran chines de arroz. Poquito, pero hay que buscar de qué vivir y evitar hacer lo mal hecho.

El ciclón George dañó el sistema de riego a casi todas las parcelas, desvencijó la pequeña factoría ("un tiesto de factoría fue lo que quedó", dice el parcelero Aladino Paulino), y lo peor: les dañó el crédito con el Banco Agrícola, donde conseguían los chelitos para sembrar y cosechar. Y es que, con la pérdida de las cosechas y el bajo rendimiento, no pudieron pagar.

Estos campesinos de Palenque no desaparecieron porque se mantuvieron batallando en su asociación a la espera de mejores tiempos.

Tiempos que llegaron con la visita que les hiciera el presidente Danilo Medina y el apoyo de 12 millones 560 mil pesos, más una donación de 750 mil pesos, que dieron para mucho: un tractor, un motor, el molino y todas las puertas enrollables para la factoría, el restablecimiento del sistema de riego y la renegociación (nada de condonación) de la deuda con el Banco Agrícola para que la puedan pagar en 7 años.

¿Por qué el gobierno ayuda a campesinos de Palenque, que lo que siembran es un chin de arroz o financia a una asociación que produce queso y yogurt de leche de cabra en Pescadería, Barahona? ¿Por qué, como lo hizo este fin de semana, el presidente Medina se reúne con mineros y artesanos de larimar? La respuesta es sencilla: el gobierno tiene que ayudar a quienes lo necesitan y no tienen poder ni conexiones para resolver por si solos. Y ahora el porqué: ¿Por qué el gobierno de Danilo Medina actúa de esa manera? Porque simpatiza con la gente humilde y emprendedora, porque simpatiza con los negocios, asociaciones y cooperativas que quieren prosperar. Hay cariño.

Con el financiamiento a los campesinos arroceros de Palenque, devolvemos vida a sus parcelas, cambiamos la vida a sus familias.